La técnica de la cazuela

Cuando empiezas a desintoxicar tu organismo hay veces que pasas por lo que podríamos llamar "malos momentos". Puede que tengas diarreas, te salgan erupciones en la piel, la celulitis empiece a desbordar tus piernas, te sientas cansada, tengas más ganas de dormir, la lengua se te ponga blanca....y piensas, pero bueno no se supone que al comer crudo y vegano iba a encontrarme fenomenal y lleno de energía?. Y la respuesta es SI, sin lugar a dudas, y además sanarás por dentro y por fuera, desapareceran tus dolores y te sentirás de maravilla, pero para llegar a este punto tienes que desintoxicar, y esto significa que tienen que salir fuera todas las toxinas que tienes dentro.
Para ello puedes ir haciendo una transición más suave, incorporando solo frutas y batidos verdes en el desayuno, ensaladas por la noche, e ir añadiendo crudos semana a semana o si quieres puedes hacerlo de golpe.
Cuando tengas estos síntomas no te asustes, son normales. Para que lo entiendas es como si una cacerola en la que has comido tiene toda la comida quemada, pegada y está llena de suciedad. Para limpiarla la pondrás en remejo y cuando lleve un tiempo a remojo subirán hacia arriba toda la comida y la suciedad que estaba pegada, solo así podrás limpiarla y dejarla brillante. Con tu cuerpo pasa igual. Cuando esa "suciedad" y toxinas suben es cuando te estás sintiendo un poco mal, cuando estás cansado, cuando te salen erupciones y cuando tienes alguna que otra diarrea. Deja que esto suceda, es lo que tiene que suceder para que luego te sientas mejor. Sigue tomando tus vegetales y frutas crudos e intenta beber más agua y zumos para que la desintoxicación sea mejor. Escucha a tu cuerpo.
Date algún masaje, una sauna, deja que tus toxinas salgan. Una vez que esto pase tu "cacerola" que es tu cuerpo estará brillante y tu te sentirás igual de brillante.
Piensa que comes huevos fritos con beacon, tostadas, carne asada, pollo a la plancha, te sentirás frito, tostado, asado y a la plancha. Si comes vegetales y frutas con vida, te sentirás así: lleno de vida, y según vayas incluyéndolos en tu dieta y sientas sus beneficios, te pensarás dos veces la próxima vez el comerte un bocata, una pollo asado, unos spaguettis con nata...e incluso no te apeteceran!